En diciembre de 1977, el fútbol peruano fue testigo de una intensa lucha por la permanencia en la Primera División.
Rodulfo Manzo y Víctor Corbacho.
Nuestro querido Deportivo Municipal se enfrentó a Cienciano del Cusco en una serie de partidos que definirían cuál de los dos equipos descendería.
Esta confrontación, cargada de emociones y controversias, dejó una huella imborrable en la historia del balompié nacional.
Contexto del Campeonato Descentralizado 1977
El Campeonato Descentralizado de 1977 contó con la participación de 16 equipos.
Según las bases del torneo, al finalizar la temporada regular, los seis primeros clasificados disputarían una liguilla para definir al campeón, mientras que los dos últimos se enfrentarían en una serie de ida y vuelta para determinar el descenso.
Al concluir la fase regular, Deportivo Municipal se ubicó en la penúltima posición con 24 puntos, seguido por Cienciano con 21 puntos.
Aunque las reglas indicaban que los equipos iniciarían la liguilla con el puntaje acumulado, una "interpretación auténtica" de las bases, realizada por Luciano Cúneo, jefe del Instituto Nacional de Recreación, Educación Física y Deporte (INRED), determinó que Municipal y Cienciano comenzarían su serie de descenso desde cero puntos.
Esta decisión generó controversia, ya que perjudicaba a Deportivo Municipal, que había logrado una ventaja de tres puntos sobre Cienciano durante la temporada regular .
Primera Parada - Cusco
El primer encuentro se llevó a cabo el 11 de diciembre de 1977 en el Estadio Inca Garcilaso de la Vega, en Cusco.
Cienciano aprovechó su condición de local y la altitud de 3,400 metros sobre el nivel del mar para imponerse 2-1. Los goles del equipo cusqueño fueron anotados por Eduardo Riega y José Valenza, mientras que Julio Argote descontó para Municipal.
Se rumoreaba que el Deportivo Municipal enfrentaría algunas ausencias importantes: el arquero Valdivia (lesionado), José Sato (con fiebre) y Augusto Palacios (con inflamación en el tobillo derecho), aunque este último finalmente jugó.
Con 6,550 espectadores en las gradas, que generaron una recaudación de 85,500 soles de la época, Eduardo Riega marcó el primer gol de tiro libre tras una falta de Rodulfo Manzo, un defensor cuyo nombre resurge periódicamente en debates sobre el controvertido 6-0 de Argentina en 1978.
En el minuto 38, Julio Argote empató gracias a un pase preciso de Palacios. Aunque Municipal intentó resistir los efectos de la altura, Cienciano selló el partido al inicio del segundo tiempo con un potente remate de Valenza tras un córner ejecutado por Javier Ugaz.
Partido de Vuelta en Lima
Los números no eran nada alentadores para la Academia. En el Descentralizado de ese año, Cienciano se había impuesto 2-0 en Cusco y 1-2 en Lima.
Los jugadores de Municipal, reunidos en la sede del Golf de San Isidro tenían la presión de ganar sin importar el marcador (ya que no se consideraba la diferencia de goles) para forzar un partido desempate en Chincha.
Para levantar el espíritu de la Franja, ex-figuras históricas de la Franja visitaron el vestuario del estadio Matute. ‘Tito’ Drago, Vides Mosquera, Óscar Montalvo, Germán Colunga y José Carrasco saludaron personalmente a cada jugador.
Por su parte, Cienciano también llegó con su propia dosis de motivación, llevando a Lima a un grupo de hinchas y a la Banda Musical Cazorla, cuyas canciones eran muy apreciadas por el plantel.
El partido de vuelta se disputó el 16 de diciembre de 1977 en el Estadio Alejandro Villanueva de Lima. A pesar de ser un día laborable, el estadio se llenó de aficionados, en su mayoría seguidores de Deportivo Municipal alentando como siempre a los sagrados colores ediles.
El Cienciano cometió un error táctico cuando Eloy Campos, quien jugó el Mundial de México 70, decidió jugar y dirigir a la vez, ubicándose como lateral derecho. Jorge Jaramillo, delantero edil, aprovechó esta debilidad por el lado izquierdo, siendo clave para los tres tantos del equipo de la Comuna.
Municipal venció 3-1 a Cienciano con goles de Argote, Palacios y Leguía, mientras que Valenza anotó para Cienciano. Este resultado forzó un partido de desempate en Chincha, (campo neutral) programado para dos días después.
El Desenlace en Chincha
Desde tempranas horas del 18 de diciembre, la sede del Club Deportivo Municipal se vio abarrotada de hinchas que buscaban trasladarse al estadio.
Se dispuso de una flota de 33 ómnibus de la Para Municipal para transportar a los aficionados, quienes, junto a otros que viajaron por sus propios medios, tiñeron la Panamericana Sur con los colores rojo y blanco del equipo edil.
El partido decisivo comenzó la tarde del domingo 18 de diciembre en el estadio Félix Castillo Tardío, una ciudad ubicada a 200 kilómetros al sur de Lima, el cual presentó un lleno total, con una mayoría numerosa de fieles seguidores de Municipal.
Cienciano enfrentó un contratiempo importante: su portero titular Román Villanueva se lesionó el brazo derecho, obligando a convocar urgentemente a Dante Febres, quien ni siquiera había estado presente en el partido anterior en Lima.
A los 41 minutos del primer tiempo, Germán Leguía anotó de cabeza tras un tiro libre ejecutado por Augusto Palacios.
Anotación de Germán Leguía.
El equipo cusqueño apenas mostró peligro, destacando solo un tiro de Riega que pegó en el travesaño. Eloy Campos persistió en su error de ser jugador y técnico simultáneamente, siendo nuevamente un punto débil.
El partido tuvo una curiosa interrupción cuando un perro invadió el campo y se resistió a salir. Fuera de esto, Municipal controló el encuentro sin dificultades.
Triunfo y Celebración
Tras el pitazo final del árbitro César Orozco, los jugadores de Municipal celebraron unidos junto a hinchada edil. La directiva les prometió un bono de 30,000 soles para distribuir entre el equipo.
Los seguidores y barristas, que viajaron hasta Chincha, festejaron con alegría, emoción y alivio.
Este episodio refleja las adversidades que enfrentó Deportivo Municipal durante esa temporada, desde problemas financieros hasta decisiones administrativas controvertidas.
Sin embargo, la pasión y el apoyo incondicional de su afición fueron fundamentales para superar los obstáculos y mantener al equipo en la máxima categoría del fútbol peruano.
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